La persona un día se cansó de la segregación y el abuso, se dio cuenta de la forma en que es embaucada todos los días por los distintos medios y las industrias, conoció la línea que no está dispuesta a cruzar y no quiso aceptar de ninguna manera nuevos problemas regalados cuyas soluciones después resultarían costosas. Prescindió de todo lo que no necesita y no le representa, y es feliz. Se ha proclamado libre de forma inequívoca, no sigue las modas de manera que parezcan cadenas en sus tobillos, y como verdadera conocedora de lo que es, cambió el pervertido orden social.
Ahora persigue laboriosa y persistentemente sus preciados anhelos, pero en sus tiempos, y respetando los de sus semejantes; realiza únicamente su papel en el mundo, dice a los demás la verdad con empatía porque sabe que le luce y hace lo que puede por el bienestar de aquellos que se topa en el camino. Ya no mueve un dedo por lo que se suponía en el pasado debía hacer, no miente a los otros y tampoco a sí misma; su cambio radicó en que se encontró, y sintió con ambas manos el inmenso amor que se tiene.
Justo en ese momento decidí dejar de pensar en lo que buscan mis ganas, y cada cosa seguía siendo del mismo modo. Soy la misma, en una persecución constante de obtener enormes cambios, que lejos de serlo se muestran minúsculos, en medio de una vida que es cruel y llena de sufrimiento para millones, y que tras su paso desapercibido se convierte en agotamiento y desgana. Cada rincón de la tierra tiene gente buena, pero eso no cambia que impere el egoísmo y la superficialidad, al punto de que siquiera encender las noticias nos puede ubicar en la realidad, pues están llenas de distractores enfocados en entretener a las masas y darles por su lado siempre; ante todo lo que ocurre ahí afuera, sugiero empacar para toda contingencia, y recordar que jamás ha sido lo mismo igualdad que justicia, y que aun así, ambas distan de la realidad.
El motivo por el que alguien contempla la opción de dar la vida, regresar, pedirse a sí mismo dos rayas más de paciencia para rectificar, subsanar sus errores, saltar, apostar todos sus ahorros y en general irse un poco arriba de lo que habitualmente haría, cambia de persona a persona. Los intereses, aspiraciones, límites y conceptos morales son distintos en cada quién; lo que es noble, impío, grande, prioritario o insignificante para mí no necesariamente lo es para aquellos que me rodean, así que desde ese punto de vista, acabar con el mal y la miseria sería un imposible.
Fuera de adornos y romanticismo, lo cierto es que estamos tan acostumbrados a ser violentados de manera tan constante, que muchas veces nos violentan menos o de formas diferentes y agradecemos cual si fuese un verdadero favor. El irrespeto por la vida y por la persona es cada día mayor, y es complicado sentirse representado. ¿De qué sirve la moral que hoy nos rige en términos pragmáticos?
No tiene lógica llamar héroe a cualquiera que derrama lágrimas al ver que la situación se ha salido de sus manos, al que se muestra compasivo y se une a las luchas populares en el momento, solo por sentir que también tiene corazón, sino que hay que ver primero su ejemplo y su filosofía, observar más allá antes de admirar a alguien podría ahorrar la manera tan grande es que nos encontramos constantemente decepcionados de nuestros representantes, la ausencia de frutos, y el daño que van causando.
La buena noticia es que si estás leyendo esto, tu vida ahora mismo es una realidad, la mala noticia es que te vas a morir, todos vamos a morir, y ojalá fuese luego de una experiencia maravillosa, profunda y generosa, lamentablemente, darse, a la fecha, no parece algo factible y es una idea bastante impopular.
Yo no sé cómo llenar los huecos que dejan mis dudas de una forma racional, no hago más que pensar en alguna manera en la que pueda darle sentido a mi respiración para hacer todo el tiempo algo que me inspire cuál si fuese para siempre, pero en su defecto, la última vez que estuve muy segura de un plan de vida trazado, una sola persona me lo tiró en dos minutos, y no por sus motivos o su negatividad, sino porque dejó de tener sentido para mí que se tratase de factores tan egoístas.
No estoy segura de si realmente tenemos el control de nuestra existencia, pero, estoy segura de que al menos superficialmente es así, y creo que eso es emocionante. La manera en que cada uno de nosotros completa sus expectativas cambia con cada vivencia, no porque algunos encajen en moldes socialmente más aceptables necesariamente están sanos o se encuentran mejor, y ciertamente también muchos de los que viven rodeados de gente, jamás utilizan ese poder para beneficiar de forma desinteresada a nada ni nadie; no todos tenemos las mismas necesidades sociales, pero a muchos no les gusta comprender eso, y a otros no les duele actuar sin pensar en las consecuencias, y en que cada persona siente lo mismo por motivos distintos.
Quisiera crecer lo suficiente para entender un poco más de lo que soy capaz que en este instante, haber experimentado todas las decisiones posibles, y todos los roles que actúen a mi favor, cuanta cosa me haga falta para legitimar y defender mis acciones y mis motivos, no para que sean aceptados por los otros, sino para satisfacerme yo, en una necesidad constante de una plenitud que me resulta ahora mismo desconocida, de búsquedas generosas por resultados comunes de mejora y libertad.
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