La inquietud para alguien aflora siendo invisible, y reacciona ante lo que no parece tener sentido pero se sigue haciendo y muchos lo llaman bueno. La inquietud es también por lo utópico y el futuro ante un mundo posible no colonizado, que no se tocó todavía, que no pertenece a las grandes corporaciones ni tampoco depende de la camiseta que se pueda alguien poner para una manifestación, así como las ideologías que no nos buscan poner a pensar sino que anhelan ver las masas discutir, ni a un país, sino a la humanidad, a cada uno, uno por uno.
A veces alguien se hace preguntas al despertar, y siente entonces que tiene el poder para remontar el cielo, intenta entender el universo, aprende cosas, siembra un jardín, conoce la música, y a veces la gente se sienta a esperar a que le pase lo extraordinario, sin preguntas, sin la remonta, sin cuestionar el universo, sin un jardín, sin música, y sin nada.
Uno de los mayores desafíos de la humanidad es el abrir los ojos, permitirse ver, y reconocer que todo lo imperfecto existe. Si se reacciona ante la inquietud, se habrá configurado el lente.
Ignorar la magnitud de aquello que no es bello ni perfecto, de un problema o de una situación no reduce su tamaño en realidad, sino que otorga al mismo un estado particularmente crítico al restarle validez, sea de forma consiente o no. Como dicen, el primer paso es reconocerlo. No ser enemigo de la injusticia se convierte cada día en lo mismo que una edificación sin techo bajo lluvias torrenciales, en escombro con un daño irreparable. Ignorar podría salirse de tus manos.
Conocer la cara distinta de un tema o lo que tiene de fondo puede ser difícil, eso es cierto, sobre todo si implica desaprender, abrirse a lo nuevo, enfrentar un miedo o confrontar sin filtros, sin embargo, trae sus ventajas consigo.
Desde chiquita me importó mucho todo esto, y que no lo conocía realmente, y que no lo había vivido, o que no lo sentía como algo mío, pero ahora es distinto. Jamás me voy a arrepentir de explorar, conocer, ver con quién simpatizo y con quién no, y experimentar todas estas cosas. Fui cambiando mucho, y constantemente me cuestiono una forma más profunda de honrar la vida y todo aquello que me hace real. Cada ser humano puede dejar de formar parte de situaciones en dónde no está cómodo, y sumarse, ¡Qué sé yo!
Hoy por ejemplo, se me vino a la cabeza una ecuación que cierta o no, resulta básica, aceptada y dañina, y es que se considera socialmente que a mayor carga sexual, mayor será la venta. Se ha planteado por años que el uso de interés sexual como una herramienta para persuadir al consumidor o crear un enganche del público al producto es efectiva, pero, ¿Ya hemos construido un verdadero criterio sobre si tiene o no sentido?
Estudios científicos se han tomado la molestia de advertirnos que esto podría no ser así, y que el sexo realmente no hace que recuerdes mejor una marca o que varíe la experiencia con lo que se consume en cuestión, y justo eso me lleva a otra pregunta: ¿Si el sexo no vendiera, cuál sería su verdadera utilidad social hasta ahora?
Según la estadística, vivimos en la sociedad más sexualizada de todos los tiempos. Cada espacio vacío en una película, anuncio, revista y similar se decide bastardear con sexo, y no para comunicar, sino como si realmente fuese necesario por default que se encuentre ahí. Todo esto encima no es casualidad, sino el doble filo del avance tecnológico y la sedienta ambición que se nos inculca desde chicos; por supuesto no se trata de poner al sexo en la esquina del castigado por su mal comportamiento, no es que sea el sexo algo malo o antinatural, sino que su industria posee absoluto y demostrable poder sobre nosotros, y el poder absoluto, como dijo Lord Acton, corrompe absolutamente, y es que en medio de todo esto, ¿Alguien ha pensado en la infancia?
La sexualidad infantil es una integral, enorme y natural puerta por la cual un niño o una niña desarrolla grandes aspectos de sí mismo, como por ejemplo la afectividad. Es necesaria, intuitiva, y es algo puro, algo de ellos; incitarles a saltar etapas y actuar indiferentes frente a su hipersexualización es todo lo contrario.
La vulnerabilidad de un ser humano al nacer es superior a la de cualquier otro miembro del reino animal, y requieren de gran compromiso y dedicación en sus primeras etapas, mientras se consigue la independencia y madurez.
La Psicóloga Clínica Sanitaria, especialista en Pedagogía y Psicología Infantojuvenil Celia Rodríguez Ruiz, define la hipersexualización como la tendencia a enfatizar el valor sexual de la persona por encima de cualquier otra cualidad definitoria, y al tratarse de niños y niñas el concepto continúa siendo el mismo, más con un daño y repercusiones de mayor escala. Pese al pensamiento divergente de muchos, la hipersexualización de niños y niñas no es normal ni graciosa sino más bien todo un despropósito, basado en la ignorancia, irresponsabilidad y negligencia. Hoy, todo habla de sexo, incluso lo que es para ellos.
La crianza y acompañamiento de niñas, niños y jóvenes nunca ha sido fácil, no obstante, no existe justificación a que un encargado le permita a un menor escuchar y bailar música con un mensaje sexual explícito, así como la forma en que les viste y los programas de televisión que se les permite ver.
Los niños y niñas no pueden entender lo que reciben de los medios de comunicación de forma inmediata, pero sus inteligentes, frescas y capaces mentes sí que lo captan. Hay que cuidar a los niños y las niñas, por el hecho básico de que hoy, aquí y ahora, ellos no pueden protegerse solos.
El estilo de vida moderno y las nuevas corrientes de pensamiento y llamado a la libertad, podrían confundir, pero no, que las series para tu hija de 4 años estén protagonizadas por adultos, con situaciones de adultos, comportamiento sexual adulto y demás, no es propio para su etapa y edad.
Los estudios hablan de que un bombardeo sexual indebido a los niños y las niñas, puede llevarles a ser adultos cuyo comportamiento hacia sus vínculos cercanos se vuelve insensible e incluso violento.
Luego decimos de frente a muchos temas que no hay por dónde solucionar, respondemos únicamente que carecemos de capacidad para resolverlos desde nuestro puesto, que es más fácil aceptar en silencio que finalmente eso, que es así, porque es medio crudo el asunto y la vida, un poco sucio, e incómodo desde algunos lados, pero vamos, que dejarlos así es darle la espalda al sufrimiento. Al menos enterarse para no anularlos, y reconocer de pronto que hacen parte de una inmensidad que es compleja así como hermosa, misma en la que la semilla sale de lo más oscuro en busca de la luz y crece.
Leave A Reply